Si medimos el rendimiento deportivo de un futbolista, éste esta constituído en un 33% mental, 33% técnico-táctico y 33% físico. Por eso, la capacidad mental del deportista constituye una parte muy importante en el desempeño del futbolista.
Hago mención a diez consignas, fundamentando la eficacia del psicólogo en el fútbol.
1) Ayuda a cohesionar al grupo para obtener mejores resultados, a través del planteamiento de metas y objetivos alcanzables.
2) Evaluar individual o grupalmente las áreas de concentración, confianza, motivación y control de presiones.
3) Implementar estrategias de cambio y desarrollo de esas aptitudes psicológicas
4) Trabajar en casos puntuales individuales.
5) Hacer seguimientos individuales o grupales en competencia y realizar un informe para el técnico
6) Colaborar para que la comunicación entre el técnico y el grupo sea fluida.
7) Observar los entrenamientos y aportar para que el jugador rinda su máximo potencial.
8 ) Realizar filmaciones de entrenamientos y competencias (una imagen vale más que mil palabras) y luego hacer sesiones conjuntas con el D.T. y los jugadores.
9) Complementar el trabajo del preparador físico con relajaciones y visualizaciones, con el objeto de ayudar a prevenir lesiones y ayudar a la rehabilitación psicológica post-lesión.
10) Ser un ayudante del técnico y asesor: facilitarle la tarea.
Recomiendo el libro «Con la cabeza hecha pelota» , del Lic. en Psicología – Deportólogo Marcelo Roffé. Estas diez premisas fueron extraídas del libro. Un libro más que interesante, para analizarlo en detalle.