A pocos minutos de haber finalizado el encuentro que proclamó campeón de la Copa Sudamericana al conjunto de Gustavo Alfaro, se da en el fútbol Argentino un hecho quizás poco antes visto. Que un equipo de los denominados «chicos» se haya proclamado campeón del torneo local y de la copa sudamericana. Obviamente estamos hablando del Club Atlético Lanús y Arsenal de Sarandí. Días atrás quedó el festejo del «pepe» Sand en la bombonera y la culminación de una campaña histórica, excelente. El equipo de Ramón Cabrero y su ayudante Zubeldía (ex-20 de la selección argentina) entraban en la historia de la A.F.A después de 95 años de vida, después de un comienzo de campeonato con poca expectativa, ya que había logrado sólo 1 punto de 9 en juego.
El conjunto de sarandí, se proclamó hoy miércoles 5 de diciembre Campeón de la copa Sudamericana por primera vez en su historia y también obteniendo su primer título internacional.
Ahora bien, volviendo al análisis de éstos dos conjuntos, se pueden apreciar dos similitudes a simple vista. Usan el mismo esquema táctico. 4-4-2. Un esquema que está muy de moda en el fútbol Argentino, pero muy común en el fútbol europeo. El mismo esquema que de a poco fue desapareciendo al enganche en el fútbol doméstico.
Los dos equipos juegan con un doble cinco batallador. Pelletieri-Fritzler en el granate y San Martín-Damonte en el conjunto de zona sur. Dos laterales-volantes; Valeri-Blanco y Andrizzi-Villar.
Estas modificaciones tácticas que se han producido con el correr de los últimos años en el fútbol local, en cierta forma han mejorado los rendimientos de los equipos más chicos pero han quitado el brillo en los partidos de fútbol, dónde cada domingo reinaba la gambeta y el jugador de buen pie.
Sin embargo, equipos como el manchester United, juegan con un 4-4-2 clásico, pero en las bandas ponen jugadores con características más ofensivas, cómo Tevez y Cristiano Ronaldo. No descarto el doble cinco, me parece un buen recurso para batallar la mitad de cancha. Pero cada vez menos se ve un fútbol de toque, técnica y habilidad.
Ahí es dónde perdemos. Era un espectáculo. Ahora es un resultado.