A través de los años se realizaron diferentes modificaciones tácticas en el fútbol mundial. Primero se empezó a jugar con tan solo dos defensas, tres mediocampistas y cinco delanteros. Luego con el correr de los años, el fútbol se hizo cada vez más profesional, la preparación física se hizo cada vez más rigurosa y los esquemas tácticos cada vez mas rígidos, con el fín de cuidar cada vez más el arco y lograr una alta efectividad a la hora de definir, ya sea lograr el ansiado «1 a 0» con 1 o 2 chances de gol en el arco rival.
Ahora bien, el fútbol «europeo» hace mucho hincapié en este punto. Sin embargo, en Argentina y Brazil se sigue respetando la tradición ofensiva.
La globalización mundial hace que cada vez estemos más informados del fútbol exterior. Queda esa sensación que en Europa, especialmente España, Italia e Inglaterra se encuentra el fútbol más moderno y efectivo en la actualidad….pero realmente es así? Nuestra liga local y la brasilera esta muy por debajo? Para mí no señores…Al contrario, está muy por encima de la liga de campeones y demás. Hay que aceptar que en el aspecto económico no hay nivel de comparación. Sin embargo, la técnica y el despliegue ofensivo sigue siendo altamente superior.
Ojalá que el fútbol sudamericano no caiga también en el sistema y «elimine» al enganche clásico…por aquél moderno del viejo continente.
Me preocupa, por ejemplo, que una institución como River Plate, con una historia de grandes enganches como Norberto Alonso, Enzo Francescoli, Pablo Aimar…tenga de enganche a Fernando Belluschi. Sin desmerecer a Fernando, ya que este polivalente volante de muchísimo futuro con mucho despliegue físico y técnico, no es enganche. Está claro. El engache debe ser el emblema del equipo, el del toque diferente, el del cambio de ritmo en el momento adecuado. El que conoce los momentos del partido, cuándo hay que tocar y tener el balón, cuando hay que girar y darle otra velocidad al equipo. Y también, porque no, cuándo tirarse a las bandas y «desestabilizar» el mediocampo, para provocar un uno contra uno en las bandas.
Que la historia del fútbol argentino siga en pie, como la está respetando Basile en la selección Argentina.