Hoy se jugó la final del Mundial de clubes, y al mismo tiempo se definiría el nuevo «Rey de Copas», aquél mote que el club de avellaneda llevó por tanto tiempo.Se enfrentaron el Club Atlético Boca Juniors, representante Argentino y el A.C Milán, de Italia.
El partido fue un poco lo previsible. A ritmo lento el primer tiempo y con pocas jugadas ofensivas por parte de ambos equipos. El Milán, como de costumbre, trató de controlar el balón entre Pirlo, Ambrosini, Seedorf, Gattuso y esperando el «destello» del mejor jugador del mundo, Kaká. Remarco éste jugador, porque fue el factor desequilibrante entre ambas escuadras.
Boca, acudiendo al doble cinco entre Battaglia y Ever Banega (gran partido del campeón sub-20), trató de buscar variantes por las bandas, aunque con poca participación de los volantes externos, Neri Cardozo y Alvaro Gonzalez. Con un Palacio inspirado en ambos extremos de la zona ofensiva y con el apoyo de Hugo Benjamín Ibarra por el andarivel derecho, pudo llegar a situaciones de gol, que el mismo Martín Palermo no pudo aprovechar al máximo.
El partido tuvo un resultado final 4-2, para el conjunto Milanés (Inzaghi -2-, Kaká y Nesta); (Palacio y Ledesma) para Boca.
Quiero destacar la eficacia del conjunto milanés, ambos equipos tuvieron suficientes llegadas y en forma equitativa, pero una vez más la eficacia del conjunto de Italia incidió en el resultado positivo para la escuadra de Ancelotti y obteniendo un nuevo titulo internacional. El Nuevo Rey de Copas.